Redacción
Londres, Inglaterra
Ash Barty tuvo un comienzo perfecto en la final de mujeres de Wimbledon al ganar los primeros 14 puntos, luego debió defenderse ante un intento de recuperación para vencer finalmente a Karolina Pliskova 6-3, 6-7 (4), 6-3 el sábado y obtener su segundo título de Grand Slam.
Barty, primera preclasificada, sumó este título al que ganó en el Abierto Francés de 2019.
La australiana de 25 años mostró su mejor juego al inicio de cada set contra la Pliskova, octava preclasificada, una chwca de 29 años caracterizada por un saque potente.
Pliskova también subcampeona en el US Open de 2016.
Barty flaqueó avanzado el segundo set. Estaba en ventaja de 6-5 y tenía el saque, pero dos reveses consecutivos le salieron largo y su rival le quebró el servicio, luego se mostró nerviosa en el tiebreaker, que cedió con una doble falta.
Pero en el tercer set, se puso en ventaja de 3-0 y defendió su saque durante el resto del match en la primera final de mujeres de Wimbledon que llega a tres sets desde 2012.
Ninguna de las dos había superado antes la cuarta ronda de este torneo sobre césped.
El match se jugó bajo un cielo nublado, con el techo retráctil del Centre Court abierto a pesar de la amenaza de lluvia. Por esa razón, Barty y Pliskova realizaron una sesión de calentamiento bajo techo en la Cancha 1, y en ocasiones se encontraron lado a lado golpeando pelotas.
Desde el principio, no hubo rastro de inquietud ni incertidumbre de parte de Barty. Sus golpes y actitud eran de confianza total. Durante la serie inicial que la dejó en ventaja de 4-0, Barty pudo hacer alarde de su versatilidad y sus variadas destrezas.
Devolvió los saques veloces de Pliskova —los que le habían dado un récord para el torneo de 54 ases hasta el sábado— sin problemas. Ganó un punto con un lob sobre Pliskova que es bastante más alta que ella.
La estadística crucial al final del partido fue probablemente la siguiente: Barty ganó 22 de 32 puntos que duraron nueve golpes o más.
