Redacción
Lausana, Suiza
En su discurso de apertura de la 136ª Sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), la primera sesión en la historia en realizarse a través de videoconferencia, el presidente del COI, Thomas Bach, expresó hoy su preocupación acerca del creciente mal uso del deporte para propósitos políticos.
Bach dijo que el impulso de solidaridad promovido inicialmente por la pandemia necesitará ser sostenido para que el mundo supere la crisis.
«Esta crisis está lejos de terminar», indicó Bach. «Esta situación necesitará de toda nuestra solidaridad, creatividad, determinación y flexibilidad».
«Desafortunadamente, ya estamos viendo señales claras en algunas partes del mundo de que el escenario está aumentando, donde las sociedades y las naciones son impulsadas aún más por el egoísmo e interés propio. Esto lleva a más confrontación y a la politización de todos los aspectos de la vida: cultura, economía, salud, ciencia y ayuda humanitaria; incluso la lucha contra el dopaje ya está siendo atacada».
Bach destacó el creciente mal uso del deporte para propósitos políticos como uno de los mayores desafíos.
«Temo que esta amenaza aI deporte es aún más grande ahora. En la mente de algunas personas, los fantasmas del pasado están asomando sus caras horribles. Los boicots y la discriminación debido a antecedentes políticos o nacionalidad son una vez más un peligro real.
«Esto es más desafortunado pues ocurre exactamente 40 años después del boicot completamente infructuoso de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 por parte de algunos países. Parece que hoy, algunos no desean aprender de la historia: que esos boicots deportivos no tienen ningún efecto político en absoluto», dijo Bach.
«Un boicot deportivo sólo castiga a los atletas del país que boicotea y priva a las personas de compartir el éxito, orgullo y alegría de la selección olímpica. El único efecto político que tuvo 1980 fue provocar el boicot de revancha de los siguientes Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984», añadió Bach.
Bach pidió que el movimiento olímpico convenza a los gobiernos y a toda la comunidad internacional del valor irreemplazable de los Juegos Olímpicos. «Es el único evento en la actualidad que reúne a todo el mundo en paz, solidaridad y sin ninguna discriminación», concluyó Bach.