AFP
Tokio, Japón
El aplazamiento a 2021 de los Juegos Olímpicos de Tokio podría dar a los organizadores la ocasión de reprogramarlos en una fecha anterior al verano japonés y evitar de este modo los tórridos julio y agosto.
Al anunciar que los Juegos de Tokio-2020 tendrían lugar «después de 2020 y como más tarde en el verano (boreal) de 2021» por la pandemia del nuevo coronavirus, el Comité Olímpico Internacional (COI) abrió la puerta a una reprogramación del evento incluso en una fecha anterior a esos meses de julio y agosto del próximo año.
«Todas las opciones están sobre la mesa, antes y durante el verano (boreal) de 2021», insistió después el presidente del COI, Thomas Bach.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, parece haber visto clara la oportunidad: «Ya que estamos en esta situación, una idea sería hacer que (los dirigentes del COI) cambiaran la fecha a un momento menos caluroso», afirmó.
Eso permitiría por ejemplo que Tokio recuperara las pruebas de maratón y marcha del atletismo, que habían sido deslocalizadas a Sapporo, 800 kilómetros al norte de la capital, después de las imágenes de atletas desfallecidos por el calor y la humedad en el Mundial de Doha del pasado año.
El presidente del comité de Organización local, Yoshiro Mori, ha hablado también de esa posibilidad de planificar los Juegos Olímpicos en una época más benigna meteorológicamente: «¿No sería una buena idea poder evitar la parte más calurosa del verano?», se preguntaba unos minutos después del anuncio el martes del aplazamiento del evento a 2021.
– «Puzzle» –
Sin embargo, organizar los Juegos Olímpicos en la primavera japonesa generaría numerosos problemas añadidos con el calendario deportivo mundial, subraya Marcus Luer, dirigente de la compañía Total Sports Asia.
«La idea me gusta, en general, abril y mayo es un buen momento en Japón, desde ese punto de vista tiene sentido», dijo a la AFP, aunque admitió que esa posibilidad es «demasiado complicada» por el calendario deportivo internacional.
Los Juegos Olímpicos entrarían en conflicto en ese caso, por ejemplo, con la parte decisiva de las ligas y torneos continentales de clubes del fútbol europeo, que se clausuran entre mayo y junio. Pero también chocarían de frente con el básquet estadounidense, ya que los ‘playoffs’ de la NBA van de abril a junio.
Pero incluso organizar los Juegos Olímpicos en las mismas fechas que de costumbre, de mediados de julio a principios de agosto, presenta también problemas. Thomas Bach comparó así con «un puzzle» la reorganización necesaria del calendario deportivo.
– Posible ahorro –
La gran cita olímpica, si tiene lugar en julio y agosto de 2021, ocuparía fechas previstas para los Mundiales de los dos principales deportes de los Juegos, el atletismo (6-15 agosto en Eugene, Estados Unidos) y la natación (16 julio-1 agosto en Fukuoka, Japón).
Ambos deportes, eso sí, han mostrado su predisposición a buscar fechas alternativas a esos Mundiales si es necesario.
En términos económicos, los organizadores habían previsto realizar grandes desembolsos para paliar las consecuencias del fuerte calor, con revestimientos del suelo para suavizar el efecto de las altas temperaturas, pulverizadores refrescantes o incluso generadores de nieve artificial.
Cambiar las fechas a un momento más temprano del año supondría al menos ahorrar costes en ese aspecto, una circunstancia nada desdeñable cuando se sabe que el aplazamiento aumentará la factura final del evento.
En el COI, el influyente John Coates parece decantarse por mantener los Juegos Olímpicos en fechas similares a las que estaban previstas en 2020, según el diario Yomiuri Shimbun. Antes del anuncio del aplazamiento, el exresponsable de marketing del COI Michael Payne afirmó a la AFP que el verano de 2021 era «la única opción».
Hay precedentes de otros momentos del año para los Juegos: los de Tokio en 1964 tuvieron lugar en octubre, igual que los de 1968 en Ciudad de México.
En las primeras ediciones de los Juegos Olímpicos de la era moderna se optaba por la primavera local habitualmente (Atenas-1896, París-1900, Londres-1908 y Estocolmo-1912, que comenzaron todos ellos en abril). Los de San Luis (Estados Unidos) en 1904 fueron los primeros que se inauguraron en julio… pero duraron hasta noviembre.